Resurgir de las cenizas: Alianza Lima vs ADT


Por: Milena Merino.


El cuadro “Blanquiazul” lo apostó todo al último torneo corto del año, en el cual, a pesar de encontrarse con altas y bajas a lo largo del campeonato, supo reinventarse en el momento ideal para encontrarse hoy, a 90 minutos de ser campeón.

Tras un primer tramo de temporada, agridulce, debido a la mala campaña realizada en Copa Libertadores, la cual terminó de manera penosa en Buenos Aires con una goleada infernal por 8-1 ante River Plate, pero ligeramente maquillada por una importante seguidilla de victorias en el torneo local, la cual permitía soñar con el Bicampeonato, Alianza Lima iniciaba su camino en el Torneo Clausura.

El inicio fue, ideal. Victoria por 2-1 fuera de casa, en una plaza siempre complicada como Piura por la tarde, ante Atlético Grau. Sin embargo, con un plus que dejaba al hincha satisfecho, independientemente de los goles marcados por Cristian Benavente y Pablo Lavandeira: el funcionamiento del equipo. El equipo dirigido por, en aquel entonces, Carlos Bustos, lograba plasmar en el campo una idea clara y sólida, la cual era interpretada con claridad tanto por titulares como suplentes.

Dicho funcionamiento, se sostuvo en las siguientes fechas: Sport Boys (3-1), Carlos A. Mannucci en Trujillo (0-1) y Alianza Atlético de Sullana (1-0) fueron los verdugos del conjunto “Íntimo” en la etapa inicial del certamen. Si bien existió un leve tropiezo empatando, sin goles, ante Sporting Cristal en el Estadio Nacional, la jerarquía propia del rival de turno, no encendió ninguna alarma en La Victoria. Una nueva victoria en casa, en esta ocasión ante Sport Huancayo gracias al “Zorrito” Wilmer Aguirre en los minutos finales del cotejo, ratificaba tanto, su invicto, como su gran momento deportivo.

Alianza Lima comenzó un declive, transitorio, en el torneo, tras el doloroso empate -con sensación a derrota- sufrido ante UTC en Cajamarca. Aquella calurosa tarde en el Héroes de San Ramón, tocó anímicamente al actual campeón del fútbol peruano, en la previa del duelo ante nada más y nada menos que su clásico rival: Universitario de Deportes.

El clásico, un partido aparte, marcó definitivamente un antes y un después en la temporada para Alianza Lima. En la previa del compromiso, a pesar de la reciente igualdad, el foco principal del evento recaía en la posible presencia de Jefferson Farfán de cara al día domingo, un jugador que claramente, se encontraba lejos de su mejor versión física y deportiva. Aquella dolorosa derrota en casa por dos a cero (su primera en el Clausura) expuso el liderazgo de Carlos Bustos en el plantel, comprometiendo seriamente su continuidad de cara al 2023.

Un opaco empate en la siguiente fecha, en casa ante Cantolao, fue suficiente para la formalizar la salida del DT argentino y así, entregarle las riendas del equipo hasta el final de la temporada a Guillermo Salas, ex jugador de Alianza Lima y campeón con la institución en los años 2001, 2003,2004 y 2006.

El inicio de su gestión en el equipo no gozaba de muchas expectativas por parte de la hinchada, especialmente por sus últimos resultados, los cuales dejaron muy rezagado al equipo en la tabla general, sin embargo, una victoria ante Carlos Stein en Jaén marcaba de manera positiva el inicio de un ciclo, hasta el momento activo, que lograría revivir el sueño “Victoriano” de llegar, con chances, a la instancia final del campeonato.

Fue la victoria ante Melgar -quien, hasta ese momento, generaba cierto temor en algunos clubes de Liga 1 debido a su actuación a nivel internacional- por dos a cero gracias a los goles de Hernán Barcos y Pablo Lavandeira, el punto de inflexión definitivo para resurgir los ánimos de todo el pueblo “Grone” y así, ser un solo puño hasta la final del torneo. El plantel volvió a encontrar su mejor versión, recuperando, especialmente, el nivel anímico pues la jerarquía individual del plantel nunca estuvo en discusión.

La nueva versión de Alianza Lima, encomendada a las órdenes de “Chicho” logró acumular 7 victorias (siendo dos de ellas en escenarios nada favorables como Cusco y Ayacucho) y tan solo 1 derrota, en 8 encuentros disputados, números altamente rescatables, para un proceso que en primera instancia representaba, específicamente, un interinato. Hoy, Alianza Lima es el equipo que disputará la fecha final del Torneo Clausura, con mayores chances de coronarse campeón, situación que hace un par de meses, era considerada utópica.

Mérito de los jugadores, que nunca dejaron de creer, mérito de Salas, que nunca dejó de creer tanto en los jugadores, como en sus propias capacidades, mérito de Bellina, quién tomó una decisión audaz y arriesgada en un contexto límite y un gran mérito de la hinchada de Alianza Lima, que fecha tras fecha, así sea lunes, jueves o domingo, nunca dejo de estar ahí.

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