El sorprendente Gnabry: PSG vs Bayern Múnich
Dicen que la vida es una constante de errores y aciertos, el fútbol, por su parte, es una metáfora de la vida, por eso es el deporte rey. La vida de un futbolista no es fácil, muchas veces te cierran las puertas y el talento no basta. La lucha está en cómo cada quién encuentra la forma de superar sus propias adversidades y el mejor método para lograrlo es trabajando por tus objetivos día a día en cada entrenamiento. Sin embargo, hay veces en que eso no basta, y si no, que se lo pregunten a Serge Gnabry.
El joven delantero alemán de ascendencia marfileña, que hoy por hoy es finalista de la Champions League, no fue siempre un titular indiscutible, ni mucho menos la figura destacada de su equipo.
Año tras año, Gnabry se topaba con uno de los mayores castigos para un futbolista de su nivel: la suplencia. No obstante, todo parece indicar que aquellos años de pena y frustración terminaron. Ahora la pregunta que nos compete responder es: ¿Cuál es su historia y cómo llegó a resaltar? Seremos nosotros los que les absuelvan dichas dudas. Acompáñanos a ver esta historia de superación.
El comienzo del sueño
De padre marfileño y madre alemana, Serge Gnabry nació un 14 de Julio de 1995 y se formó en el T. S. V. Weissach y el T. S. F. Ditzingen antes de dar su paso al Stuttgart. A pesar de su inevitable talento con la pelota, “The Weeknd” era conocido, hasta la actualidad, por su velocidad dentro y fuera de las canchas. Simplemente, todo un atleta.
Después de 10 años (2005), daría su primer paso a lo que sería su primer hogar en un club profesional, el Stuttgart, equipo principal de su ciudad natal. Sin dudas para cualquier futbolista de su edad es una alegría enorme dicha noticia, pero vendrían más. Todavía no cumplía la mayoría de edad cuando recibo el llamado de un grande de Inglaterra. Se trataba de nada más y nada menos que el Arsenal, el cual era dirigido en ese entonces por uno de los mejores técnicos de la época como lo era Arsène Wenger. El francés era un entrenador conocido por potenciar a los futbolistas jóvenes y crear un plantel en donde combine ambas cosas, experiencia y juventud. Todo hacía indicar que Gnabry había dado en el clavo con su pase a los “gunners”.
Un inicio semi-glorioso
Con un fichaje valorizado en cien mil euros y a una edad de dieciséis años, Serge llegó al conjunto inglés y rápidamente fue promovido al plantel Sub-18, regalando dos años sobre el resto. Sus buenas actuaciones tendrían su recompensa, ya que al siguiente año fue llamado al plantel profesional y disputaría sus primeros minutos. Su debut profesional fue contra el Colonia en un amistoso de pretemporada.
Su primer partido como profesional llegaría el 26 de Setiembre del 2012 frente al Coventry City por la Copa de la Liga. Casi un mes después, debutaría en la Premier frente al Nowich City convirtiéndose en el tercer jugador más joven del Arsenal en debutar en dicha liga por detrás de Jack Wilshere y Cesc Fábregas. Posteriormente, también debutaría en la Champions League logrando otro récord colocándose como el segundo jugador más joven en debutar en la liga de campeones y en la Premier.
El futuro de aquel chiquillo alemán nacido en Stuttgart parecía prometedor, más aún cuando marcó su primer gol como profesional en el 2013 en la victoria 2-1 sobre el Swansea. Tras extender su contrato, poco a poco fue perdiendo la confianza de Wenger hasta el punto de ser cedido el West Bromwich en busca de continuidad. Desde ese momento su nivel fue en bajada.
Un camino duro, pero no imposible.
Durante su estadía en el West Bromwich surgió un llamado que dio un giro a su carrera, Gnabry había sido seleccionado para participar en los Juegos Olímpicos de Rio 2016. Su participación no pasó desapercibida. El alemán mostró su mejor versión y marcó seis goles en seis partidos generando un promedio de un gol por encuentro. Además, Alemania quedó segunda perdiendo la final con un seleccionado brasileño comandado por Neymar y compañía. Desde dicho certamen todo hacía indicar que su carrera iba nuevamente en subida.
Inmediatamente después del certamen, el Werder Bremen lo fichó por seis millones de euros garantizándole mayor protagonismo. A su vez, también llegaría su debut en el seleccionado absoluto de Alemania por eliminatorias. En dicho encuentro anotó un hat-trick igualando el récord de Dieter Müller. Un dato estadístico que tiene vigencia desde 1973.
Regresando a la Bundesliga, Gnabry fue pieza fundamental para el Werder Bremen logrando el mejor año, hasta ese entonces, de su carrera. Al término de la temporada sus buenas actuaciones fue lo llevaron al poderosísimo Bayern de Múnich a cambio de ocho millones de euros. A pesar de ello, fue cedido al Hoffenhaim en búsqueda de más minutos por una temporada.
El inamovible de la banda derecha
Tras culminar su préstamo en el Hoffenhaim y afianzarse en la selección absoluta en donde registró un nuevo récord llegando a los diez goles en once partidos superando a una leyenda como lo es Mirsolav Klose, ya le tocaba demostrar su último nivel evolutivo en el Bayern.
Los tiempos eran perfectos. Arjen Robben el cual era el dueño de la banda derecha y era catalogado como el titular indiscutible, disputaba su última temporada con los bávaros. Era la oportunidad perfecta que por tanto años estuvo esperando Serge Gnabry para explotar todo su potencial. En su primera temporada (18/19) no decepciono, anotando 13 goles y brindando 7 asistencias en 42 partidos. Sin embargo, él mismo sabía que podía dar más.
Para la actual temporada se ha convertido en el titular inamovible de la banda derecha del Bayern Múnich, haciendo olvidar a una leyenda como Arjen Robben. Hasta el momento lleva 23 goles y 13 asistencias en 45 partidos. Estos números solo doblegan a lo hecho en su primera temporada en casi la misma cantidad de partidos. ¡Algo simplemente impresionante!
Presente espectacular
Tras varias idas y vueltas finalmente la vida le sonríe a Gnabry y actualmente lo sigue demostrando. En esta Champions League el Bayern Múnich esta en uno de los mejores niveles que se ha demostrado en historia, ganando absolutamente todos los partidos en la competición.
Adentrándonos en un enfoque más individual, “la maquinaria alemana” tiene en Robert Lewandowski y Serge Gnabry sus mejores jugadores. El polaco lleva 15 goles en nueve partidos y es el máximo goleador del torneo con un promedio de 1.67 goles por encuentro. Por su parte, el alemán marcha tercero en la tabla anotando 9 goles en nueve partidos disputados generando una media de un gol por partido y solo está a un gol de alcanzar a Erling Halland.
Este domingo se enfrentan ante PSG por la final de la Champions League 19/20. El equipo parisino comandado por un jugador de talla mundial como lo es Neymar. Esto es sin dudas, una buena oportunidad para que Serge Gnabry se cobre una revancha de aquellos Juegos Olímpicos. En la previa, los alemanes son los favoritos y Gnabry está en un nivel espectacular.
Más allá de cual sea el resultado, lo que hizo aquel jovencito que jugaba en las calles de Stuttgart es para aprender que la constancia es la disciplina, que el esfuerzo por pelear cada pelota es el mismo que debemos poner en la vida y para perseguir ese gol y gritarlo con todas las ganas del mundo cuando cumplimos los objetivos.
Tras puros altibajos en su carrera, le llega otra oportunidad de oro para ganar su primera orejona. ¿Lo conseguirá? ¡A sus marcas, listos y gol de Gnabry!
